ࡱ> ceb BbjbjVV 4h<<: ll8lk,#Trrr#######$%(b:#rrrrr:#O#r#r#:B,0n`n #e#0#xR(`j((!rrrrrrr:#:#rrr#rrrr(rrrrrrrrrl y: Primera sntesis de los aportes enviados a propsito del documento ECONOMA DEL GNERO Y ECONOMA FEMINISTA, CONCILIACIN O RUPTURA?, de Amaia Prez Orozco Antes de entrar de lleno a lo que arbitrariamente he tenido que sintetizar de lo que ustedes enviaron quiero comentar que esta modalidad de seminario es una experiencia nueva para mi y un tanto diferente de lo que antes hemos hecho en REPEM. De lo que tengo memoria, en otras experiencias alguien hace una ponencia - ya sea una integrante de la Red o no-, a pedido de quien coordina, alguien ms hace un comentario de esa contribucin y luego viene la discusin de todas aquellas que as lo deciden. Bueno les deca, esto es un hbrido de esa manera de hacer las cosas y lo que es un seminario presencial donde se lee a una autora y el grupo va poniendo las pautas de cmo es mejor avanzar de tal manera que entre todas vamos definiendo ritmos y tiempos as que por favor hganos saber cmo es ms conveniente para ustedes. Adems de quienes ya han podido revisar el texto, hay otras compaeras que en los prximos das -horas- lo harn y esperamos su participacin; ellas son Montserrat, Alicia Villanueva, Tita Torres. -------------------------------- Indudablemente en sus reflexiones todas ustedes han ido mucho ms all de responder la pregunta Qu aportes nos da la distincin que realidad la autora en la categorizacin de las corrientes feministas y de gnero frente a los enfoques androcntricos para la incidencia poltica que hacemos? y nos comentan desde diversos ngulos las implicaciones que tiene adoptar un enfoque como el que plantea la autora, enfatizan aspectos significativos y dialogan con lo que Prez Orozco propone. Retomo, en este sentido, lo que comenta Herlinda "la clasificacin que hace la autora es un esfuerzo interesante por teorizar para dar elementos de anlisis, sin embargo, se debe interpretar de manera ms flexible. Me explico: una corriente economa de gnero, que parte de la inclusin de las mujeres en el campo de produccin del conocimiento, puede contribuir a procesos que posibiliten un cambio significativo en los marcos conceptuales de referencia de la ciencia econmica, que permita ms que visibilizar las diferencias entre hombres y mujeres, pensar una ciencia social que de cuenta de la realidad situada y contribuya al bienestar de la sociedad en su conjunto, lo que podra asemejarse ms a la corriente feminista de ruptura". Estos comentarios de Herlinda apuntan a dos aspectos que algunas de ustedes tambin tocan: el primero es que se asoma cierta crtica o descalificacin a las corrientes menos radicales o no rupturistas dentro de las economistas feministas, y no se les ve el potencial transformador, del alcance que sea. La otra idea con la que conecto su reflexin es que difcilmente hay modelos, corrientes, enfoques "puros", aunque en la teora as parezcan. Ni en las prcticas sociales ni en las polticas pblicas podemos ver que existe esa correspondencia absoluta con un enfoque terico, por ms que discursivamente as lo expliquemos. En un acercamiento similar comenta Gabi Mertz "los enfoques, anlisis y propuestas de la economa de gnero y la economa feminista de conciliacin siguen vigentes. Si bien no cuestionan el marco conceptual y analtico del pensamiento econmico androcntrico, ha sido fundamental, y todava lo es, visibilizar el aporte de las mujeres al desarrollo econmico, social y poltico, reclamar las condiciones desiguales e inequitativas de gnero, la ausencia de igualdad de oportunidades y exigir polticas pblicas que aumentan las oportunidades, garantizan el ejercicio pleno de nuestros derechos econmicos, polticos y sociales y mejoran nuestra calidad de vida". Y Elizabeth nos comparte "en la labor que realizamos institucionalmente, el esfuerzo se centra en que las mujeres reconozcan los aportes que hacen desde lo productivo -remunerado- y lo considerado -no productivo por no ser valorado ni pagado (el trabajo domstico y de cuidados para otros/as). Es parte de nuestra labor, el que las mujeres asuman como trabajo (cualquier actividad que realicen) pero que de ser encargado a otra persona, habra que atribuirle un costo econmico y entonces, habra que considerarlo como gasto para la economa familiar-cuidado de menores y otros/as adultos/a (cuidarlos, alimentarlos, llevarlo, traerlos, la limpieza generalizada -de espacios y personas-entre otras). Es as que creo, hemos estado utilizando "teoras" o supuestos de un lado y otro -de las de gnero, de la conciliacin y de la ruptura- dependiendo del caso a tratar, para lograr pensiones o reivindicaciones ms justas para las mujeres, desde las leyes que nos regulan". Por su parte Yandira comenta "desde su foco en el concepto de sostenibilidad de la vida, es el camino para superar la lgica androcntrica de la economa. Pero tambin me cuestiono si podemos hablar de cambios radicales o ms bien de procesos que en forma paulatina van integrando las distintas corrientes que se van superando una a una". Me regreso a los comentarios de Herlinda para destacar otra idea que enfatiza y es la centralidad de los procesos de transformacin y en funcin de ellos, sugiere, sostener una postura eclctica y flexible que nos permita asumir estos enfoques en la medida en que "Las tres corrientes podran hacer parte de un proceso feminista transformador de las relaciones econmicas de la sociedad. Lo que debera pensarse, es en qu medida y bajo que contexto, se podra construir ese proceso de manera sostenible y viable, utilizando de manera eficiente lo que cada corriente pueda aportar para cambiar el enfoque androcntrico desde lo macro y micro de la economa". Y pregunta qu costo o beneficio puede tener asumir un enfoque frente a otro?"... son las agentes de esos procesos, dice Herlinda, quienes "deben considerar las posibilidades que tienen los contextos para construir sus propias herramientas hacia la transformacin" y en este mismo sentido Yandira lvarez se pregunta "Pensando en esas realidades tan diversas y distantes de las nuestras, cunto influye el contexto en los procesos de satisfaccin de la vida y cunto tiene que ver con la famosa equidad, tan mencionada en los discursos?. Por tanto entiendo que es imprescindible incorporar la dimensin de la territorialidad en este anlisis." En defensa de la autora hay que decir que en su planteamiento est muy presente una mirada acerca de los procesos, en otro texto (para quien quiera leer un poco ms, lo envo) aclara "El concepto de sostenibilidad de la vida no pretende captar esencias, sino procesos. No da una definicin cerrada y esttica de la economa, sino que busca abrir un espacio al conjunto de relaciones sociales que garantizan la satisfaccin de las necesidades de las personas y que estn en estado de continuo cambio... hablar del proceso es hablar del poder y analizar el resultado en trminos de desigualdades de poder y no de situacin ptima y eficiente... [de analizar] cmo las relaciones de poder entran en la actividad econmica, adquieren sentido en ella, la condicionan y/o modifican y, a su vez, son modificadas o fortalecidas. Una nocin del poder cercana a las tesis de la poltica de la localizacin que, adems de ese carcter de (re)creacin continua tienen como elemento definitorio adicional el no ejercerse por grupos sociales coherentes dominadores / dominados ... este enfoque reconoce de forma clave la capacidad de agencia de las personas y cambia el centro de atencin de los problemas de agregacin de preferencias individuales no examinadas a la participacin e inclusin en los procesos democrticos de toma de decisiones" (Amaia Prez Orozco, 2004. La economa de: Icebergs, trabajos e invisibilidades) En cuanto a sus reflexiones respecto al aporte para nuestro trabajo de incidencia destaco lo siguientes: - Herlinda: Identificar la estrategia de incidencia, solo es posible a partir de la ubicacin espacio temporal del discurso, las acciones, actores y fuentes de reconocimiento y legitimidad. No se puede proponer un proceso lineal, o considerar que debemos pasar por la corriente de gnero, luego la feminista de la conciliacin para luego llegar a la ruptura. Sin embargo, sera posible pensarse que podemos desde la corriente de gnero ir construyendo caminos hacia la ruptura, incluso, identificar como algunos procesos de conciliacin, han generado rupturas y cambios estructurales en las relaciones econmicas. Pero de igual manera, es importante y necesario, identificar el costo poltico que tiene asumir una postura o corriente frente a otra. Aspecto que debe construirse con agentes concretos y situados. - Elizabeth: Cmo podemos desde las polticas pblicas y las leyes establecidas, incidir para que a las mujeres se les reconozca el trabajo productivo o reproductivo que realizan? sobre qu bases tendramos que sustentar este reconocimiento y a su vez convertirlo en dinero constante y sonante????? cuando las leyes no son ni valorativas, ni justas ni equitativas en trminos reales y mucho menos salariales... cmo hablar de oportunidades equitativas si nosotras mismas al contratar para un servicio a otras mujeres, nos basamos en los precios establecidos por el mercado patriarcal y dominante???? -Gabi: Las tres corrientes aportan al trabajo de incidencia poltica, pero con distintas implicaciones o cun lejos podemos llegar si no hacemos interconexin de las mltiples dimensiones, derechos y necesidades presentes en la lucha por una sociedad donde todas las personas tengan el derecho y la capacidad para vivir y tener la mejor calidad de vida posible. La economa feminista de la ruptura parece darnos elementos para ir ms all de la igualdad de oportunidades. Si los procesos de sostenibilidad de la vida y de satisfaccin de las necesidades humanas son el centro de anlisis, los temas que nos han ocupado siguen vigentes, pero con una mirada no slo desde las des-igualdades o las in-equidades. La mirada sera, tratando de interpretar los planteamientos de esta corriente, cul desarrollo - economa sostiene la vida, cules dimensiones son vitales y cmo podemos contribuir como personas-sociedad. Considero que la sostenibilidad de la vida nos involucra en temas macro y sectoriales como: las polticas ambientales, de conservacin del ambiente y desaceleracin del cambio climtico; polticas de seguridad relacionadas con el armamento y la economa militar; polticas para la garanta de los derechos humanos y las libertades; polticas de educacin para la paz, la igualdad y el respeto a las diferencias, entre otras. Necesitamos, s, mucho ms igualdad en el acceso a la toma de decisiones, a los poderes donde se toman las decisiones. Necesitamos ms informacin y ms formacin, informarnos y formarnos, para involucrarnos activamente con abogar por polticas y prcticas que sostienen la vida. -Fanny: Nos pone a pensar sobre las vas de solucin para acabar con una situacin de las mujeres en el sistema econmico capitalista y surgen cuestiones importantes en nuestro trabajo de incidencia POLTICA: Pueden ser las medidas de igualdad de oportunidades para que las mujeres entren a los mercados (propuestas por la economa del gnero) o las polticas de conciliacin de la vida laboral y familiar (propuestas por la economa feminista de la conciliacin) nuestra agenda? Pueden estas medidas cambiar la lgica mercantil y androcntrica que domina el sistema econmico y por ende transformar radicalmente las condiciones materiales de vida de las mujeres y su posicin social, poltica y cultural en la sociedad? Por ltimo, todas ustedes se han percatado de los elementos que estos enfoques tienen para lo que un proyecto feminista transformador y una nueva visin del "desarrollo". Herlinda. El campo econmico debe reconocer e incorporar de forma relacional o dialctica, la lgica de la ganancia o acumulacin individual o colectiva material, y la lgica de la sostenibilidad de la vida. La economa debe dar cuenta de lo procesos sociales que permitan la satisfaccin de la necesidades humanas y armonizadas con las generaciones pasadas y futuras, y el medio ambiente. Gabi: El anlisis de las tres corrientes nos ubica en las bondades y las limitaciones de cada una y llama a la reflexin sobre qu desarrollo queremos. Fanny: LA RUPTURA donde la sostenibilidad de la vida es la categora que abre el espacio al conjunto de relaciones sociales que garantizan la satisfaccin de las necesidades de las personas, y stas como concepto social, donde el acceso a los recursos implica que el poder y su desigual acceso son parte del anlisis desde el comienzo. Aqu es donde el feminismo cobra importancia como una filosofa poltica que cuestionando el patriarcado y del capitalismo propone la transformacin radical de la sociedad, atendiendo no slo a las diferencias entre mujeres y hombres, sino a las relaciones de poder entre las propias mujeres. Los procesos de satisfaccin de las necesidades humanas y la produccin y reproduccin no tienen el mismo valor analtico, porque hablar de necesidades supone entrar en un debate tico sobre el proceso de creacin y expresin de las necesidades y entender las mismas en un sentido multidimensional. Las necesidades humanas son de bienes y servicios pero tambin de afectos y relaciones; esto IMPLICA reconocer: - la existencia de ms esferas econmicas adems de las monetizadas (el mercado. Por ello esta tendencia a mi parecer es ms abarcadora, integral y humana. - la coexistencia de dos lgicas de funcionamiento opuestas; la de acumulacin, (la de los mercados, que funcionan en la medida en que se generan beneficios y la de mantenimiento de la vida, que persigue la satisfaccin de necesidades (Fanny). Y a propsito de esa agenda poltica Prez Orozco en otro texto enfatiza la urgencia de "relanzar una discusin sobre el bienestar. Si el crecimiento mercantil (y sus subsiguientes indicadores clsicos: crecimiento del PIB, el empleo y el consumo) no encierran en s mismos el bienestar ni el desarrollo, qu entendemos entonces por tal? ... una vez establezcamos un pacto colectivo sobre las condiciones de vida dignas que deben ser socialmente garantizadas, la discusin versa sobre cmo hacerlo y, en concreto, qu peso y lugar corresponde a diversos escenarios econmicos y agentes sociales: el estado, la comunidad, las empresas y los hogares...desde el feminismo hay aportaciones especficas que realizar: la imprescindible reduccin del peso de los hogares y la democratizacin de los mismos; y la limitacin del margen de accin de la lgica de acumulacin capitalista" (Prez Orozco, 2010. Pensando el desarrollo desde el feminismo: miradas de ida y vuelta en tiempos de globalizacin neoliberal). Mujeres, volveremos a recuperar estas y nuevas ideas una vez que terminemos de leer todas las participaciones, muchas gracias a cada una Lourdes Angulo     C 2 Q d   # e q { qqaaaqN%hwh+"B*CJOJQJaJph***hH B*CJOJQJaJph***hxB*CJOJQJaJph***hEB*CJOJQJaJph***h B*CJOJQJaJph***hB*CJOJQJaJph***h}B*CJOJQJaJph***h B*CJOJQJaJph***h}h}5OJQJh}h}5OJQJ\(h}h}5B*CJOJQJaJph*** ! r $da$gd70 $da$gdh $da$gd5 $da$gd $da$gdH $da$gdw$d7$8$H$a$gd}{  ! . / X ϼ~ocoo~W~WH8Hhh5CJOJQJaJhhCJOJQJaJh@kCJOJQJaJhoCJOJQJaJhwhH CJOJQJaJh pCJOJQJaJh]CJOJQJaJ%hwh+"B*CJOJQJaJph***%hwh@dB*CJOJQJaJph***%hwhxB*CJOJQJaJph***hB*CJOJQJaJph***hxB*CJOJQJaJph***hm:B*CJOJQJaJph***QTmp 456yfffWh5h5CJOJQJaJ$h5h5CJOJQJaJmH sH hCJOJQJaJmH sH hP{?CJOJQJaJmH sH h5CJOJQJaJmH sH hdECJOJQJaJhDCJOJQJaJh X9CJOJQJaJhCJOJQJaJh5CJOJQJaJhhCJOJQJaJh@kCJOJQJaJopqrswƺqdqWqK?h M'CJOJQJaJhHoCJOJQJaJhdE6CJOJQJaJhP6CJOJQJaJhPhP6CJOJQJaJ"hPhP5CJOJQJ\aJhPhPCJOJQJaJhPCJOJQJaJhe CJOJQJaJhP{?CJOJQJaJ)hwhP{?B*CJOJQJ^JaJph***#hB*CJOJQJ^JaJph***#hP{?B*CJOJQJ^JaJph*** Z[^g&ef, 3 y z 9!!!ƺƺui]h[8CJOJQJaJhwCJOJQJaJhgCJOJQJaJ"h70h705CJOJQJ\aJh70h70CJOJQJaJh53+CJOJQJaJh70CJOJQJaJhoQCJOJQJaJhhhhCJOJQJaJhh08z5CJOJQJaJhh08zCJOJQJaJh08zCJOJQJaJ"!""""`#k#l#z#%%%%%%%%&&n&o&p&&&&&&&*ŴyeVVhhhhCJOJQJaJ&h95B*CJOJQJ^JaJph***hhhP{?CJOJQJaJhvsCJOJQJaJhP{?CJOJQJaJ&h}hw6CJOJQJ]^JaJ h}hvsCJOJQJ^JaJhvsCJOJQJ^JaJhpCJOJQJ^JaJh[8CJOJQJ^JaJ h}hwCJOJQJ^JaJ o&p&&&&B) * **b,c,j,--//2222$d-DM a$gd( $da$gdw $da$gd $da$gdh$d7$8$H$a$gdw** * **a,b,c,j,k,d--ŴyaF+4hgh[5]CJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH 4hgh[5]CJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH .hvsCJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH &hvsCJOJPJQJ^JaJnH tH #h@dB*CJOJQJ^JaJph***)hwh+"B*CJOJQJ^JaJph*** hE h+"CJOJQJ^JaJhvsCJOJQJ^JaJ#hH B*CJOJQJ^JaJph***hhhhCJOJQJaJh[5]CJOJQJaJ --////2222233ʳʳʛq_J9 h53+h9CJOJQJ^JaJ)hwh9B*CJOJQJ^JaJph***#hF@B*CJOJQJ^JaJph***#hvsB*CJOJQJ^JaJph***.h9CJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH .h[5]CJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH ,hgh(CJOJPJQJ^JaJnH tH 4hgh(CJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH 4hgh(CJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH  3355566%6I6J6K6L6V6W67 7(777Ǵ}qaRC4CqhwhF@CJOJQJaJhwh@dCJOJQJaJh |h@dCJOJQJaJh[5]hF@5CJOJQJaJhF@CJOJQJaJh@d5CJOJQJaJh[5]hg5CJOJQJaJhJJ5CJOJQJaJhF@5CJOJQJaJ$h~h53+CJOJQJaJmH sH hgh9CJOJQJ^JaJ h53+h9CJOJQJ^JaJ,hGh9>*B*CJOJQJ^JaJph255L6M6W67777n8o8v8:>$ d^a$gdF@$ & F d^`a$gdfO$ da$gdfO $da$gd53+$d-DM a$gd(777m8n8u8v8889M9U9V9::::t<<;p^I7#h9B*CJOJQJ^JaJph***)hwh9B*CJOJQJ^JaJph***#hF@B*CJOJQJ^JaJph*** hF@h~CJOJQJ^JaJ&hF@h95CJOJQJ\^JaJ hF@h9CJOJQJ^JaJ.hF@CJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH hF@hF@CJOJQJaJ4hF@hgCJOJPJQJ^JaJmH nH sH tH h@dCJOJQJaJhgCJOJQJaJ<<='=)=j=v===>>>>t>n?q?@@AA B Bخخ؟xxxbO%h@lCJOJQJ\^JaJmH sH +h-jhJJCJOJQJ\^JaJmH sH (h}hJJCJOJQJ^JaJmH sH "hJJCJOJQJ^JaJmH sH h~h9CJOJQJaJ/hwh95B*CJOJQJ\^JaJph***#h9B*CJOJQJ^JaJph***)hwh9B*CJOJQJ^JaJph***#hPB*CJOJQJ^JaJph***> B BBBBBBBBBBBp$d-DM a$gd53+$d-DM a$gdw$d-DM a$gdP $da$gdw $da$gd~$ d7$8$H$a$gd@l $ & F d7$8$H$^`a$gd@l B BBBBBBBBBBBս}nY>#n5h53+hEB*CJOJPJQJ^JaJnH ph***tH 5hEhGB*CJOJPJQJ^JaJnH ph***tH )hwhEB*CJOJQJ^JaJph***hwhECJOJQJaJ=hwhwB*CJOJPJQJ^JaJmH nH ph***sH tH hwh@dCJOJQJaJ#h~B*CJOJQJ^JaJph***.h@lh@l5CJOJQJ\^JaJmH sH %h@lCJOJQJ\^JaJmH sH .h@lh~5CJOJQJ\^JaJmH sH BBBBBBBBBBhwhECJOJQJaJhDjhDU BBBBBBBBBBB $da$gdw dgd} 21h:pw/ =!n"n#n$n% j 666666666vvvvvvvvv666666>6666666666666666666666666666666666666666666666666hH6666666666666666666666666666666666666666666666666666666666666666662 0@P`p2( 0@P`p 0@P`p 0@P`p 0@P`p 0@P`p 0@P`p8XV~ OJPJQJ_HmH nH sH tH J`J Normal dCJ_HaJmH sH tH NA`N Fuente de prrafo predeter.RiR 0 Tabla normal4 l4a ,k , 0 Sin lista P@P @d Prrafo de lista ^m$mH $sH $>W> E`Texto en negrita5\VV E ecxmsonormal dDCJOJPJQJaJtH R"R }0Texto nota pie dCJOJQJaJH1H }0Texto nota pie Car OJQJtH B&AB }0Ref. de nota al pieH*PK![Content_Types].xmlj0Eжr(΢Iw},-j4 wP-t#bΙ{UTU^hd}㨫)*1P' ^W0)T9<l#$yi};~@(Hu* Dנz/0ǰ $ X3aZ,D0j~3߶b~i>3\`?/[G\!-Rk.sԻ..a濭?PK!֧6 _rels/.relsj0 }Q%v/C/}(h"O = C?hv=Ʌ%[xp{۵_Pѣ<1H0ORBdJE4b$q_6LR7`0̞O,En7Lib/SeеPK!kytheme/theme/themeManager.xml M @}w7c(EbˮCAǠҟ7՛K Y, e.|,H,lxɴIsQ}#Ր ֵ+!,^$j=GW)E+& 8PK!&lTRtheme/theme/theme1.xmlYMoE#F{oc'vGuرHF[xw;jf7q7J\ʯ AxgfwIFPA}H1^3tH6r=2%@3'M 5BNe tYI?C K/^|Kx=#bjmo>]F,"BFVzn^3`ե̳_wr%:ϻ[k.eNVi2],S_sjcs7f W+Ն7`g ȘJj|l(KD-ʵ dXiJ؇kZov[fDNc@M!͐,a'4Y_wp >*D8i&X\,Wxҕ=6.^ۄ Z *lJ~auԙՍj9 !bM@-U8kp0vbp!971 bn w*byx$پ,@\7R(=Q,)'KQk5qpq Qz,!_ Y4[an}`B-,#U,ђMpE`35XYd״?%1U9إ;R>QD DcNU'&LGpm^9+ugVh^n<*u7ƝSdJ9gn V.rF^*Ѕ҈}-p !:P5gyڧ!# B-;Y=ۻ,K12URWV9$l{=An;sVAP9zszH'[`ۇ@PbW<{ˆ1W+m_SsncY̕([ @}`g >V?4hf6՗t#M&ʺ6'B gks:\qN-^3;k ] =Y42&0GN|tI&MI`=DCPK! 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